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jueves, 5 de mayo de 2011

Capitulo 10

25 de Septiembre: Si fueras el aire que respiro, no haría falta más.

Lara se levantó con aquella estúpida sonrisa en la cara, se miró al espejo, por primera vez en mucho tiempo se veía guapa. Hizo alguna mueca al espejo, tirándole besos al son de las canciones de “Cascada” que sonaban en su ordenador. La noche anterior apenas había dormido, contándoles a sus “Mellis” todo lo que había pasado, imaginando lo que pasaría. Siguiendo los consejos de sus amigas, se puso unos leggins marrones con un suéter ajustado en la cintura que mostraba parte de su hombro. Se soltó el pelo y un poco de maquillaje, tampoco se podía sacar más partido pero no estaba mal. Salió de su habitación feliz, pensando en todo y en nada, besó a sus padres , incluso desayunó con ellos. Todo perfecto, todo increíblemente perfecto. Un mensaje de Samuel: Princesa hoy te hago esperar, no me esperes a primera. Después eres toda mía, recuérdalo.
Se puso los cascos, “ solamente tú y nadie más que tú…” tarareaba cuando le taparon los ojos: Álvaro.
-¿Y tu no deberías estar en clase?
-¡Qué dolor! No he dormido pensando en volverte a ver… ¿ y tú me dices eso? – un cómico Samuel le miraba socarrón, media sonrisa, chaqueta de cuero, el pelo le tapaba los ojos. Pero no le dejó replicar, una mano en su cuello, la otra en su cintura y la besó, jugando primero, después con verdadera ansiedad, como si intentara aprovechar al máximo los minutos que pasaba con ella. ELLA, después se apartó- Boba.
-¡Pensaba que eras Al, cómo me habías dicho, que tú bueno..!-¿Por qué tartamudeaba? ¿ Por qué le estallaba el corazón? ¿ Por qué no podía dejar de suspirar delante de él? Apartó la mirada, ¿ cómo podía haberse enamorado en dos días cuando antes n siquiera creía en el amor?
- Sorpresas que da la vida. Yo tambien pensaba no venir, no te creas pero tenemos literatura a primera y tengo tantas ganas de darlo… no es por ti, tampoco te creas…- y le sonrió, después se marchó, ella se quedó parada riéndose, el volvió sobre sus pasos y le cogió de la cintura.-¿ Tengo que llevarte en mis espaldas como ayer para que no llegues tarde y no me hagas llegar tarde a mi? Mala influencia….
- Idiota, si eres tú.
-Me encanta cuando te enfadas.- Lara le sonrió y siguió andando, feliz, el camino, el paso, la carretera. ¿ Qué mas daba? Estaba él a su lado, su mano le agarraba fuerte la cintura como si no quisiera soltarla nunca. Cuando llegaron al instituto, les miraban todos, siempre parecía que todo el mundo estaba a lo suyo, en pequeños grupitos hablando de estupideces, pero a la hora de novedades, todos formaban una especie de extraña piña.
Diana y Nico corrieron hacia ella, la cogieron cada una de un brazo con un unísono : “ Te la devolvemos ahora” y un Samuel perplejo a sus espaldas.
-¡Te ha visto todo el mundo!
-¿ Has visto cómo te mira?
-Pero tía que le conociste ayer….
- ¿Podéis dejarme respirar por favor? Nosé uqe me pasa chicas… no lo entiendo, no entiendo como puede pasarme esto y con él. Es de locos.
Diana y Nico la sonrieron, con aquellas increíbles sonrisas, la entendían en parte, la besaron y la dejaron ir, con un: “ queremos todos los detalles” y cada una se fueron a sus clases.
Samuel se sentó en el pupitre de al lado, ella siempre se sentaba en la esquina del fondo, estuvieron jugando, hablando, riéndo, ajenos a las miradas. Algunas cotillas, otras celosas, la mayoría felices… Conocían a Lara desde hace tiempo y era la primera vez que le veían reir a primera hora, estaban contentos por ella.
Llegó la profesora. Estaban hablando de “Tristán e Isolda” y decía la profesora:
- Tristán dejó que Isolda se casara con su señor, aunque la amaba con todo su alma. Se la entregó a otro hombre, al hombre que le había salvado la vida. Un duro debate. ¿ Amor o deber? ¿ Reque?- la profesora preguntó a uno de los alumnos de primera fila.
-Ni idea.- una de las chicas que estaba a su lado, levantó la mano.
-Amor siempre. Tristán debía haberlo abandonado todo, él le amaba, daría todo por ella. No debería haberle dejado casarse, a pesar de que era su señor o lo que fuera. El amor siempre, siempre tiene que ser lo más importante.
-¿ Y cuándo terceros están en el medio?- preguntó de repente Samuel- ¿Qué pasa cuándo no puedes elegir?
-Siempre tienes que tener opción.
-Nunca es todo blanco y todo negro- intervino otra chica
-Lo es. Cuando eliges hacer algo irremediablemente elegirás no hacer otra cosa y nunca podrás volver atrás- Samuel se había puesto serio, jugaba con un bolígrafo entre sus dedos. El timbre sonó con el silencio que siguió a las palabras de Samuel. ¿Qué significaba aquello? Lara no le dio importancia.
Terminaron las clases tras cinco horas de sonrisas y miradas, frases en los libros como “cuando estés estudiando esta página Lara estará pensando en ti”. Estupideces, niñerías pero formaba parte de toda la locura, porque no voy a llamarlo amor, aunque lo fuera, más que cualquier otro.

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