Vistas de página la semana pasada

jueves, 5 de mayo de 2011

Capitulo 6

23 de Septiembre, dulce sabor de despedida

Olía su perfume, sentía su cuerpo, su mano en su mano, sus ojos cerrados, su aliento en su aliento, sus labios… ¿eh, dónde estaban sus labios? Lara abrió los ojos, atenta a cada movimiento y le oyó muy cerca, sus labios en el lóbulo de su oreja, inmovilizada por sus brazos.

-Lara, Lara… ¿ qué dirían de ti ahora? ¿Me has conocido hoy y ya quieres que te bese? ¿ Por qué no esperamos a la segunda cita? Para hacer algo más que nada…

Lara se sentía ofendida, no por sus palabras sino por el hecho de que se hubiera dejado besar, no solo eso, se lo hubiera devuelto. ¿ Pero se había vuelto loca? Era un extraño un desconocido… un chico guapo, pero arrogante, prepotente y creído. Se levanta ágil, tampoco él se lo impide, sonríe en el suelo. Los últimos rayos de sol acarician sus suaves rasgos convirtiendo su cuerpo en un destello. Las gotas del río, la respiración entrecortada de Lara , el viento que mueve su pelo desordenándolo… Los últimos días de Septiembre.

-¿ Por qué estás enfadada?- Samuel perseguía a Lara sobre la bici, ella andaba deprisa ignorándole, pensando en sus propios problemas. La gente les miraba. Pensamientos diversos: “ Estos jóvenes” “ Están enamorados” “ Serán idiotas” en la mente de las personas que observaban atentos sus pasos.
-¿ Me dejas en paz?
-No quiero, ¿otra pregunta?
- Gili…- suspiro, no merecía la pena. Se echó a correr.
-¿Dónde vas?
-¿ A mi casa, idiota? Son las nueve y tengo que dignarme a pasar , por lo menos a saludar…
- No se te olvide que mañana tenemos una cita.
-No se me tiene que olvidar nada porque nosotros dos no vamos a hacer nada.
- Eso lo verás mañana, preciosa .- guiño de ojos, era una escena graciosa, él en su bici, ella corriendo.
- Lo que tú digas Samuel.- La verdad es que Samuel no sabía donde se dirigía, hacía mucho que no sabía donde estaba. Únicamente quería acompañarla...- pero se te ha olvidado lo que te dije antes.
-¿El qué?
-¡Qué mires por donde andas!- y Lara le sacó la lengua y se fue corriendo hacia el otro lado. Delante de Samuel había una rampa, un destino trágico sino comenzaba a paladear. Será niñata, ¿Cómo ha podido? Aunque, en el fondo, algo en su interior se movía. Comenzó a reírse… Nadie le había vacilado sin asumir las consecuencias que eso conllevaba, pero, lo que no quería aceptar era que únicamente quería volver a verla. Ahora solo le tocaba pedalear.

Lara llegó a casa en dos minutos, desorientada, traviesa, orgullosa de lo que acaba de hacer pero un poco culpable. ¿ Se habría caído? Le esperaban sus padres sentados en la mesa. Iban a reñirla pero vieron su mano vendada y su cara cambió.

-¿Qué te ha pasado cariño?- su madre fue la primera, su padre le siguió.
-Nada mamá, me he caído en la calle y había una piedra…
-¿Está bien curado?
-Si, creo que sí…
- Te lo revisaré, dame dos minutos- y se fue corriendo al baño. Su hermana estaba sentada en el sofá.
-¿ Qué pasa tata? ¿ Haciendo de las tuyas? – Lara la sacó la lengua con una media sonrisa.
Su madre la curó de nuevo y los cuatro se sentaron, comentaron el día, sucesos sin importancia, temas que aparecían en las noticias, bromas entre miembros de la familia… Lara se subió a cambiar, debía hacer los deberes, no había podido hacer nada y no podía permitírselo. Se puso el pijama y unas graciosas zapatillas de ranas, se peinó como pudo en una coleta de la que caían gotas y se sentó a repasar. Leyó todo lo que tenía dos o tres veces, no podía concentrarse, tantos sucesos… seguía diciendo que parecía una película: Chica conoce a chico, se enamoran y viven felices tras algún suceso. Pero no era su caso, no estaba enamorada, no era un chico normal y eso era la vida no una estúpida pantalla en la que se reflejaba. Dos toques de Álvaro. No le apetecía demasiado conectarse, acababa de estar con su amigo idiota pero se lo había dicho. Cogió el portátil y se tumbó en la cama, tecleó deprisa: MSN, tuenti… redes sociales. 7 comentarios, dos mensajes privados pero ninguna petición de amistad. Privados de Al , comentarios de amigos , Nico y Diana. No les contestó, en vez de ello, se conecto al MSN. Allí estaban las personas más importantes.
Diana con aquel nick: Cuando lloras cuando me dices que no. MellisTODO.
Nico, impulsiva: Si me quieres ven y sino tambien.Di&La pequeñas os amo.
Y Álvaro, que solo tenía su nombre y el reproductor de música. Escuchaba Maná en ese momento. La saludaron los tres. Diana y Nico la colocaron en la conversación de tres y ella continuó el tema que ya habían entablado: planes para el viernes.
Con Álvaro el típico saludo cariñoso con muchos emoticones. Comenzaron a hablar del primer día, de lo que echaban de menos verse más horas, bromas, algún que otro comentario tierno.. Álvaro no preguntó nada sobre Samuel, fue un respiro, él era genial, parecía conocerla mejor que nadie. Ya no pensó más, se dejó llevar por la conversación de sus amigos, porque ellos eran su vida, no hacía falta nadie más. No sabía nada del futuro.
______________________________________________________________________
En su casa, Álvaro estaba nervioso, igual que siempre que hablaba con ella. Intentaba hacerla sonreír, se moría de curiosidad por preguntarle por Samuel pero no era de su incumbencia. Era una chica especial, distinta a las demás, cariñosa con sus amigos. Tenía una única frase en el nick: They are my life. Muchos quisieran formar parte de ellos pero él sabía perfectamente que tres personas estaban incluidas y él era una, podía ser feliz. Quería contarle todo, pero no podía, no era el momento… ¿ Pero cuándo lo sería? Debía arriesgarse y mañana era el día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario