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jueves, 5 de mayo de 2011

Capitulo 3

23 de Septiembre, 8 menos veinte de la mañana.

Lara corre, un pasillo, otro, escaleras, te cruzas con profesores que te miran con severidad ¿ por ir corriendo o porque llegas tarde? ¿ A quién le importa? Estúpidos pasillos, estúpido instituto, estúpido reloj, malditos segundos… 1º Bachillerato A. Frena. Serenidad. Lara se atusa el flequillo, y se baja la camiseta que había dejado al descubierto parte de su ombligo. Abre la puerta, un segundo larguísimo y ahí está: Nieto , el profesor de filosofía. Lara cruzaba los dedos.

-“ Que no me eche, por favor, por favor”- pensaba.

-Señorita Vega, ¿ sería usted tan amable de dejar de distraerme la clase pasmada ahí? Siéntese, abra el libro y atienda.

Todo perfecto. Se dirigió a su sitio y sonrió, parece mentira, diez mil jóvenes y ella solo necesitaba a dos. Nicolla, que había intentado hacerla reir delante del profesor, continuaba con sus estúpidas muecas. Diana, en cambio, sostenía la mochila de Lara, mientras esta se sentaba. Cuando terminó, allí tenía el famoso “ carpesano”, forrado con fotos de las tres en graciosas poses de modelos. Lo usaban para comunicarse en las clases, lo dejaban en el suelo y se lo iban pasando. Cada una escribía con un color. Diana el rosa, Nicolla el fucsia y Lara el azul cielo.

N.¿ Cómo haces para ser le prefe del cara acelga? ¿ Te espera después de clase para “ estudiar” Muahahaha.
D.Ni caso a la mala pécora que tiene envidia. Eres su mejor alumna, no te iba a echar. Puedes estar satisfecha ? ¿ Has visto al nuevo? Está en secretaria….
N. Ese me le pido yo, asique ni echarle el ojo. ¿ Me habeis oído? E S M I O q lo vi antes
D. Nico cariño , no sufras pero me ha estado mirando en el pasillo. Pero tranquila, tendrá amigos…
N. Pu… ? Pero te quiero en el fondo
Más y mas palabras cariñosas, te quiero, tu mas, cariños…. Y se pasó la hora de filosofía como todas las demás. El tiempo para las tres chicas no es nada, como todo para ellas. Valentía frente a la vida, volver lo negro , blanco e incluso multicolor: verde, azul, morado… Ellas podían con todo y que nadie se atreviera a molestarlas. Siempre habían sido así y así serían. Llegó tercera hora, la única en la que estaban separadas. Cada una había escogido la asignatura que más le apasionaba. Eso era amistad, acomodarse a los gustos, a la persona, respetar el tiempo marcado para estar juntas y para disfrutar de la soledad. No anteponían nada a la felicidad individual, aunque ésta siempre estaba formada por las tres. Nicolla se dirigía al salón de dibujo técnico, Lara a la sala de literatura universal y Diana se quedaba para sus lecciones de psicología.

Lara se sentó al fondo, le encantaba la literatura pero la disfrutaba estando un poco apartada de la profesora Nelly, que siempre interrumpía sus pensamientos con preguntas. La profesora se retrasaba y Lara sacó el móvil al que no paraban de llegarle estúpidas notas de Nicolla y Diana. Miles de “ guapa”, “ te estoy observado”, “ me aburro”. Se puso los cascos de música y a disfrutar. I thinking of you…. Canción ideal, si señor, no paraba de pensar en él… Había sido un encuentro furtivo pero increíble. Sus ojos…. Su boca, su cuello… BASTA. Lara cambió la canción : I hate everything about you. Exactamente, esa era la mejor, se puso a tararearla. Cerró los ojos un instante apoyándose en los brazos. De repente , alguien la quitó los auriculares.

-¿Señorita Vega? ¿ No me oye? Estos aparatos… La clase empieza, siento interrumpirla.- La señorita Nelly era una profesora increíble pero no por ello menos exigente. La clase emitía sonrisas sordas, pero no se reían de ella, Lara les sacó la lengua graciosamente, y obtuvo de respuesta besos en el aire y alguna mueca divertida.

-Es de mala educación estar con los cascos en una clase… pero parece que ser mal educada es algo que llevas inscrito en tu persona.
¿Quién se había atrevido a hablarle así? Se giró enfadada, manteniendo en alto el puño, preparada para el ataque, cuando lo vió… ¿ Qué hacía él aquí? ¡Oh Dios! Como en una película mala, chico que aparece por primera vez en tu vida, chico nuevo del instituto. Se quedó mirándole, desarmada de nuevo. Estaba tumbado prácticamente en la silla, con el pelo largo revuelto, y la chaqueta desabrochada dejando ver una camiseta de superman ajustada. Se giró, se recompuso y volvió la cara para hacerle frente.
-¿ No te han dicho que no se pueden interrumpir conversaciones privadas idiota?

-Tranquila mujer… la mala suerte existe, y el destino ha jugado para que esta sea nuestra segunda vez. ¿ No lo querías? Pues aquí lo tienes , linda.

El linda sonó sarcástico, pero era perfecto. Todas las chicas se giraban y reían nerviosas pero los novios lo estaban más todavía. Lara le sacó el dedo corazón y se giró enfadada, sin creerse la mala suerte que tenía. La profesora comenzó la clase, ignorando cualquier tipo de movimiento y exigiendo seriedad. Hablaban sobre Bécquer. Lara lo adoraba, leía una y otra vez sus rimas pero la pregunta de la profesora la dejó sorprendida.

-¿ Qué se puede depositar en la tumba en la que descansan los dos hermanos, señorita Vega?

No tenía ningún tipo de conocimiento acerca de ello, no sabía ni en que parte habían sido enterrados.

-Cartas- contestó una voz sin darle tiempo a reaccionar.

-Si señor Arranz, continúe- y apareció un brillo en su mirada.
-Todo el mundo pero, sobretodo, personas jóvenes depositan cada año miles de cartas en el monumento funerario, pidiendo amor, cariño, pena, resignación por la muerte… Dicen sentir los versos de Bécquer que más se corresponden con su sentimiento, trasmitiéndoles estos ayuda.
-Correcto señor Arranz, me ha dejado usted sorprendida. Y…. Bienvenido a Dulce niña de Jesus, le acogemos con ferviente entusiasmo.
-Gracias, señorita. – Lara oyó un “ novata” dirgido exclusivamente a sus oídos.

“ Será idiota”- pensó. La clase acabó, el señorito “ Arranz” la interrumpió cinco veces, teniendo en todas él la razón. La clase no podía ser peor, bueno, se equivocaba, si podía serlo.Cuando se dispuso a coger la mochila , ésta , que estaba abierta derramó todo su contenido. Se agachó a recogerlo, y para no desentonar y quitarse el adjetivo que le caracterizaba, el señorito Arranz la ayudó. Estaban muy cerca. El corazón de Lara latía insistente, sus manos estaban a dos milésimas de rozarse, ella temblaba, él la miraba con aquella sonrisa. Se acababan de conocer, no podía ser verdad… como en una película, pero, basta, esto es la vida real. Lara terminó de recoger y se levantó, mareada por los segundos vividos.

-De nada ¿ Eh?- Se acercó a ella,despacio, como si el tiempo realmente no importara, ni las veinte caras, ni el temblor de Lara y en una voz cortante dijo- Maleducada siempre ¿ no?

Y se marchó, dejando a Lara confundida y sintiéndose estúpida. Nunca más le haría eso, nunca más. La próxima vez se enteraría. Su orgullo valía más que todas las palabras del mundo. Recogió su mochila y se marchó al recreo para encontrarse con Nicolla y Diana.
Pero de repente se acordó. Notita para ambras: Caris, no comáis muchas patatas que os engorda el culo, voy a ver a Al, dos min y vuelvo, no me echeis mucho de menos . Os adoro

Instituto de al lado, en la puerta.

-¡Al! – Estaba hablando con otro chico tranquilamente. No le reconoció pero sería alguien de otra clase. Corrió y le abrazo, como le gustaba darle esas sorpresas. El la correspondió ilusionado. Realmente era un chico dulce, cariñoso, una de las personas más importantes en su vida, gracioso, simpático… genial, era genial. Y se sentía tan cómoda a su lado, como si él pudiera darle algo que a ella le faltaba. Increíble. Se apartó un poco y mientras se daba la vuelta le dijo riendo:

-¿Qué pasa no me presentas a tu am….? – Congelada, completamente congelada.- ¿ Qué haces tu aquí?

-¿ Os conocéis ya? Este es mi mejor amigo, Samuel.

Y la historia realmente comenzó aquí. Porque, amigos, el destino no es más que eso, la historia de nuestra realidad pasada, presente, y futura.

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